Poema a la madre
Madre prodigio que Dios envió
Para que mis manos acaricien
Como flor que creció en el rosal.
Por ella voy por la senda
Evocando ternura que sembró en mí
Con su dicha y su ternura
El milagro albergó en mí.
Dicen que en su mano
Le han crecido rosas
Y las va agitando para sembrar
Cada vez más dulzura.
|