Tengo que aprender a olvidarte
Tengo que aprender a no llamarte
en mis recuerdos, a no nombrarte
cuando estallo en llanto por extrañarte
resignarme a tu ausencia y olvidarte.
Tengo que aprender a no gritarte
en mi dolor, a entender que te has ido,
que Dios definitivamente nos separó
sin remedio, razón o motivo.
Tengo que aprender a no necesitarte
como el oxígeno en mi respiración,
a no lamentar tu ausencia y desamor,
olvidar tu compañía, y sacarte de mi corazón.
Tengo que aprender aceptar la vida sin ti,
a que tu destino y el mío nunca se unirán
por el tiempo vivido y lo ajeno de ti, de mí
y la crueldad del inentendible devenir.
Tengo que aprender a no pensar en ti,
quitarte de mis íntimos sentimientos
y borrarte de mis ansias de vivir
porque no te tengo, ni te tendré en mí.
Tengo que aprender a no verte a diario,
a apagar el fuego incitado por tu esencia
aunque mi existir no tenga color, sea un calvario,
obscuro, insípido y frío sin tu presencia.
Tengo que aprender a no desearte en mis sueños,
aceptar la realidad de nuestro desprendimiento
que la vida es bella aunque no te vea
y que nos aleja aparte del tiempo, un mandamiento.
Tengo que aprender a borrarte de mis sentimientos,
y cubrir el hueco de mi corazón donde te tengo,
sacarte de ahí, donde prisionero te mantengo
ya que nunca estaré en tus pensamientos.
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